La mayoría de los cuadros están hechos con óleo o acrílico sobre lienzo; muy pocos y de pequeño formato son óleo pastel sobre lija de agua. El surrealismo es ideal para expresar sueños y visiones de un mundo extraordinario sin tiempo ni espacio, lleno de incertidumbre (hablo del Principio de Heisenberg) y donde la masa es solo una expresión momentánea de la energía.
Cuando se vive en Galápagos como isleño, aquel que no pretende transformar a las islas en un sitio parecido a cualquier otra metrópli, se adapta y armoniza con el paisaje y los seres de acá, los respeta y los proteje; termina uno al fin con un carapacho sobre las espaldas. Justo de eso se trata la obra aquí mostrada: seres ni humanos ni animales mezclados en cuerpo y alma cuidándose los unos a los otros.
Si del periodo que dura una vida, quito las partes inútiles ¿qué queda? Muy poco. Por ello es saludable emplear la mente en asuntos nobles y justos; pintar no está mal...de pronto en algún momento, un peregrino lienzo con alguna idea conmovedora se impregna con el óleo de la sabiduría y ahí la vida si vale la pena.
Conocido como "El Doctor" por los residentes de Puerto Baquerizo Moreno, David llegó a San Cristóbal hace más de 30 años como uno de los primeros médicos de la isla. Vino a Galápagos a vivir en un lugar tranquilo y bello, para trabajar como artista, pues el arte es su verdadera pasión. Él construyó y diseñó Katarma como una obra para mostrar cómo se vive en armonía con la belleza natural, la flora y la fauna de las Islas Galápagos. Hoy en día David trabaja en el Ministerio de Salud en proyectos de salud pública. En su tiempo libre, se puede encontrar en su estudio en el recinto del hotel, pintando y esculpiendo.
Autorretrato con Andrés, 1984.
Óleo sobre lienzo.
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